INTRODUCCIÓN
En
este texto que hoy ponemos a tu alcance, pretendemos se convierta en una ayuda
para tus labores cotidianas ya que su contenido
ha sido elaborado con el fin de engrandecer tu aprendizaje sobre el tema
de la lógica; con una redacción clara y accesible para que cada quien al leer
su contenido construya su propio aprendizaje, propiciando comentarios,
argumentos, con el fin de obtener juicios críticos y conclusiones.
El
objetivo principal del trabajo es hacerle llegar al lector como se compone la
lógica y su teoría de conocimiento.
La
función de la lógica es ayudarnos a mejorar nuestro razonamiento,
proporcionarnos reglas que nos ayuden a evitar falacias, errores en la forma o
estructura de nuestro pensamiento.
Espero
el contenido sea de tu agrado y enriquezcas tus conocimientos sobre el tema ya
mencionado. Además contiene videos e imágenes para que así mismo veas lo que
pasa en la sociedad y observes ventajas y desventajas que esta tiene.
DESARROLLO
La lógica es
una ciencia formal que estudia los principios de
la demostración e inferencia válida. La palabra deriva del griego antiguo λογική (logike),
que significa «dotado de razón, intelectual, dialéctico, argumentativo», que a
su vez viene de λόγος (logos), «palabra, pensamiento, idea, argumento, razón o principio».
La ciencia que se basa en las leyes, modalidades
y formas del conocimiento científico
se conoce bajo el nombre de lógica. Se
trata de una ciencia de
carácter formal que carece de contenido ya que hace foco en el estudio de
las alternativas válidas de inferencia. Es
decir, propone estudiar los métodos y los
principios adecuados para identificar al razonamiento correcto frente al que no
lo es.
La etimología permite saber que el término
‘lógica’ tiene su origen en el vocablo latín lógica, que a su
vez deriva del griego logikós (de logos, “razón” o “estudio”). El
filósofo griego Aristóteles, cuentan los expertos en cuestiones históricas, fue pionero al emplear
la noción para nombrar el chequeo de los argumentos como indicadores de la
verdad dentro de la ciencia, y al presentar al silogismo como argumento válido.
No obstante, no podemos pasar por alto que a
lo largo de la historia existen otras muchas figuras que han contribuido con
sus ideas y planteamientos a desarrollar esta ciencia. Así, por ejemplo,
durante la Edad Media hay que subrayar el papel que llevó a cabo Averroes, el
filósofo cordobés que, entre otras cosas, manifestó que era fundamental
estudiar la lógica de los maestros antiguos para, a partir de ahí, proceder a
“filosofar” de la manera correcta.
Ya en los siglos XVIII y XIX uno de los
personajes que más abordó el tema de la lógica fue Immanuel Kant. Este está
considerado como uno de los pensadores más importantes e influyentes de la
historia y destaca por el hecho de que en esta materia que nos ocupa estableció
un nuevo concepto: la lógica trascendental.
Un término aquel con el que dicho filósofo de
origen prusiano intentaba definir al proceso por el cual el ser humano debe
llevar a cabo una investigación de lo que vendrían a ser los conceptos puros de
categorías de tipo trascendental o también de lo que es el exacto
entendimiento.
Hegel, Augustus De Morgan, John Venn o
Gottlob Frege son otros de los autores que han destacado en el campo de la
lógica y especialmente este último que causó una auténtica revolución con sus
teorías. De ahí que sea considerado, junto al mencionado Aristóteles, como el
lógico más importante de toda la historia. Y es que estableció los conceptos de
prueba, lógica de predicados o lenguaje formal.
Aristóteles está considerado como el padre de
la lógica formal.
En cambio, la lógica informal refiere al examen metódico de los
argumentos probables a partir de la oratoria, la retórica y la filosofía, entre otras ciencias. Tiene como objetivo el reconocimiento de
paradojas y falacias, así como ser un recurso eficaz para construir los
discursos de forma correcta.
La lógica natural es la destreza natural para razonar
sin apelar a la ciencia. La denominada lógica borrosa o difusa,
en cambio, es aquella que contempla una determinada incertidumbre al analizar
el carácter verídico o falso de las proposiciones, a semejanza del raciocinio
propio del ser humano.
Por otra parte, la lógica
matemática se
caracteriza por emplear un lenguaje simbólico artificial y realizar una
abstracción de los contenidos.
Existen otros tipos o clases de lógica, como
la llamada lógica binaria,
la cual trabaja con variables que sólo toman dos valores discretos.
Ciencia del pensar
Los filósofos racionalistas, sin
embargo, al situar el origen de la reflexión filosófica en la conciencia,
aportaron, a través del
desarrollo del análisis como método
científico del pensar, los temas que van a marcar el
desarrollo de la lógica formal. Son de especial importancia la idea de
Descartes de una Mathesis Universalis
y de Leibniz que, con su Característica
Universal supone la
posibilidad de un lenguaje
universal, especificado
con precisión matemática sobre la base de que la sintaxis de las palabras debería estar en correspondencia con las entidades designadas como individuos o elementos metafísicos, lo que haría posible un cálculo computación mediante algoritmo en el descubrimiento de la
verdad.
Aparecen los primeros intentos y
realizaciones de máquinas de cálculo, (Pascal, Leibniz) y, aunque su desarrollo no
fue eficaz, sin embargo la idea de una Mathesis Universal o Característica
Universal, es el antecedente inmediato del desarrollo de la lógica
simbólica a partir del siglo XX.
La palabra «lógica» ha sido utilizada
como lógica trascendental por Kant, en el sentido de investigar
los conceptos puros a priori del entendimiento o categorías trascendentales.
Ciencia formal
En el último tercio del siglo XIX la
Lógica va a encontrar su transformación más profunda de la mano de las
investigaciones matemáticas y lógicas, junto con el desarrollo de la
investigación de las estructuras profundas del lenguaje, la lingüística,
convirtiéndose definitivamente en una ciencia formal.
La lógica informal
En el lenguaje cotidiano, expresiones
como «lógica» o «pensamiento lógico», aporta también un sentido alrededor de un
«pensamiento lateral» comparado, haciendo los contenidos de la afirmación coherentes con un contexto, bien sea del discurso o de una teoría de la ciencia, o simplemente con las creencias o evidencias transmitidas por la tradición cultural.
Del mismo modo existe el concepto sociológico y cultural de lógica como,
p.e. «la lógica de las mujeres», «lógica deportiva», etc. que, en general,
podríamos considerar como «lógica cotidiana» - también conocida como «lógica
del sentido común».
En estas áreas la «lógica» suele tener
una referencia lingüística en la pragmática.
Un argumento en este sentido
tiene su «lógica» cuando resulta convincente, razonable y claro; en definitiva
cuando cumple una función de eficacia. La habilidad de pensar y
expresar un argumento así corresponde a la retórica, cuya relación con la verdad
es una relación probable.
Lógicas clásicas
Lógicas no clásicas
Los sistemas lógicos no clásicos son
aquellos que rechazan uno o varios de los principios de la lógica clásica.
Algunos de estos sistemas son:
§ Lógica
no monotónica: Una lógica no monotónica es una lógica
donde, al agregar una fórmula a una teoría cualquiera, es posible que el
conjunto de consecuencias de esa teoría se reduzca.
§ Lógica
intuicionista: Enfatiza las pruebas, en vez de la verdad,
a lo largo de las transformaciones de las proposiciones.
Lógicas modales
Las lógicas modales están diseñadas
para tratar con expresiones que califican la verdad de los juicios. Así por
ejemplo, la expresión «siempre» califica a un juicio verdadero como verdadero
en cualquier momento, es decir, siempre.
No es lo mismo decir «está lloviendo» que decir «siempre está lloviendo».
§ Lógica
temporal: Abarca operadores temporales como «siempre», «nunca»,
«antes», «después», etc.
§ Lógica
epistémica: Es la lógica que formaliza los razonamientos relacionados
con el conocimiento.
§ Lógica
doxástica: Es la lógica que trata con los razonamientos acerca de
las creencias.
Metalógica
Mientras la lógica se encarga, entre
otras cosas, de construir sistemas lógicos, la Metalógica se ocupa de estudiar
las propiedades de dichos sistemas. Las propiedades más importantes que se
pueden demostrar de los sistemas lógicos son:
Consistencia .
Un sistema tiene la propiedad de ser
consistente cuando no es posible deducir una contradicción dentro del sistema.
Es decir, dado un lenguaje formal con un conjunto de axiomas, y un aparato
deductivo (reglas de inferencia), no es posible llegar a una contradicción.
Decidibilidad
Se dice de un sistema que es decidible cuando, para cualquier fórmula dada en
el lenguaje del sistema, existe un método
efectivo para determinar si esa fórmula
pertenece o no al conjunto de las verdades del sistema. Cuando una fórmula no
puede ser probada verdadera ni falsa, se dice que la fórmula es independiente, y que por lo
tanto el sistema es no
decidible. La única manera de incorporar una fórmula independiente a las
verdades del sistema es postulándola como axioma. Dos ejemplos muy importantes de
fórmulas independientes son el axioma
de elección en la teoría de conjuntos, y el postulado de la geometría euclidiana.
Completitud
Se habla de completitud en varios
sentidos, pero quizás los dos más importantes sean los de completitud semántica
y completitud sintáctica. Un sistema S en un lenguaje L es semánticamente completo cuando todas las verdades lógicas de L son teoremas de S. En
cambio, un sistema S es sintácticamente completo si, para toda fórmula A del
lenguaje del sistema, A es un teorema de S o ¬A es un teorema de S. Esto es,
existe una prueba para cada fórmula o para su negación. La lógica
proposicional y la lógica
de predicados de primer orden son ambas semánticamente
completas, pero no sintácticamente completas. Por ejemplo, nótese que en la
lógica proposicional, la fórmula p no es un teorema, y tampoco lo es su
negación, pero como ninguna de las dos es una verdad lógica, no afectan a la
completitud semántica del sistema. El segundo
teorema de incompletitud de Gödel demuestra que ningún sistema
(definido recursivamente) con cierto poder expresivo puede ser a la vez
consistente y completo.
Falacias
Una falacia es un argumento que si
bien puede ser convincente o persuasivo, no
es lógicamente válido. Esto no quiere decir que la
conclusión de los argumentos falaces sea falsa, sino que el argumento mismo es malo, no es válido.
Existen varias maneras de clasificar a
la gran cantidad de falacias conocidas, pero quizás la más neutral y general
(aunque tal vez un poco amplia), sea la que divide a las falacias en formales e informales.
Falacias formales
Las falacias formales son aquellas
cuyo error reside en la forma o estructura de los argumentos. Algunos ejemplos
conocidos de falacias formales son:
1.
Si María estudia, entonces aprobará el
examen.
2.
María aprobó el examen.
3.
Por lo tanto, María estudió.
Esta
falacia resulta evidente cuando advertimos que puede haber muchas otras razones
de por qué María aprobó el examen. Por ejemplo, pudo haber copiado, o quizá
tuvo suerte, o quizá aprobó gracias a lo que recordaba de lo que escuchó en
clase, etc. En tanto es una falacia formal, el error en este argumento reside
en la forma del mismo, y no en el ejemplo particular de María y su examen. La
forma del argumento es la siguiente:
4.
Si p,
entonces q.
5.
q
6.
Por lo tanto, p.
§ Generalización apresurada: En esta falacia, se
intenta concluir una proposición general a partir de un número relativamente
pequeño de casos particulares. Por ejemplo:
1.
Todas las personas altas que conozco son
rápidas.
2.
Por lo tanto, todas las personas altas son
rápidas.
Falacias informales
Las falacias informales son aquellas
cuya falta está en algo distinto a la forma o estructura de los argumentos.
Esto resulta más claro con algunos ejemplos:
§ Falacia ad hominem: se llama
falacia ad hominem a todo argumento que, en vez de atacar
la posición y las afirmaciones del interlocutor, ataca al interlocutor mismo.
La estrategia consiste en descalificar la posición del interlocutor, al
descalificar a su defensor. Por ejemplo, si alguien argumenta: «Usted dice que
robar está mal, pero usted también lo hace», está cometiendo una falacia ad hominem (en particular, una falacia tu quoque), pues
pretende refutar la proposición «robar está mal» mediante un ataque al
proponente. Si un ladrón dice que robar está mal, quizás sea muy hipócrita de
su parte, pero eso no afecta en nada a la verdad o la falsedad de la
proposición en sí.
§ Falacia ad verecundiam: se llama
falacia ad verecundiam a aquel argumento que apela a la
autoridad o al prestigio de alguien o de algo a fin de defender una conclusión,
pero sin aportar razones que la justifiquen.
§ Falacia ad baculum: Se llama
falacia ad baculum a todo argumento que defiende una
proposición basándose en la fuerza o en la amenaza.
§ Falacia
circular: se llama falacia circular a todo argumento que defiende
una conclusión que se verifica recíprocamente con la premisa, es decir que
justifica la veracidad de la premisa con la de la conclusión y viceversa,
cometiendo circularidad.
§ Falacia del hombre de paja: Sucede
cuando, para rebatir los argumentos de un interlocutor, se distorsiona su
posición y luego se refuta esa versión modificada. Así, lo que se refuta no es
la posición del interlocutor, sino una distinta que en general es más fácil de
atacar. Tómese por ejemplo el siguiente diálogo:
Persona A: Sin duda estarás de acuerdo en que los Estados
Unidos tienen el sistema legal más justo y el gobierno más organizado.
Persona B: Si los Estados Unidos son el mejor país del
mundo, eso sólo significa que las opciones son muy pocas y muy pobres.
En este diálogo, la persona B puso en
la boca de la persona A algo que ésta no dijo: que los Estados Unidos son el
mejor país del mundo. Luego atacó esa posición, como si fuera la de la persona
A.
Paradojas
Una paradoja es un razonamiento en
apariencia válido, que parte de premisas en apariencia verdaderas, pero
que conduce a una contradicción o a una situación contraria al sentido común. Los esfuerzos por resolver ciertas
paradojas han impulsado desarrollos en la lógica, la filosofía, la matemática y las ciencias en general.
QUE SON LOS PRINCIPIOS LÓGICOS.
Los “principios lógicos”
constituyen las verdades primeras, “evidentes” por sí mismas, a partir de las
cuales se construye todo el edificio formal del pensamiento, según la Lógica
tradicional.
Dentro de una
consideración más moderna de la Lógica Formal, los principios lógicos serán los
preceptos o reglas “operantes” que rigen toda forma correcta de pensamiento.
El modo de considerar
estos principios ha variado a través de la Historia de la Lógica y del
pensamiento científico, pero la Lógica Formal ha coincidido en la formulación
de cuatro principios lógicos, aunque el cuarto no es aceptado por todos los
lógicos.
Tales principios son:
1. Principio de identidad.
2. Principio de Contradicción (o Principio de
no-Contradicción).
3. Principio de Exclusión del término medio (o
Principio del medio excluido o Principio del tercero excluido o Principio del
Tercer término excluido)
4. Principio de Razón Suficiente.
Desde un punto de vista
psicológico (aunque no desde la Psicología Científica sino de la Psicología
Racional), los principios lógicos serían las leyes generales de “operación del
pensamiento”, es decir, las leyes que fundamentan los procesos lógicos.
Pero desde un punto de
vista estrictamente lógico, sólo pueden ser considerados como las proposiciones
fundamentales que cimientan toda otra proposición en el pensamiento
“formalmente” correcto.
EL PRINCIPIO DE IDENTIDAD.
El principio de Identidad
fue formulado por primera vez como parte de una teoría de la realidad del
“ser”.
Ese principio afirmaba
algo tan general como que “El ‘ser’ es”; esto puede ser explicado diciendo que
“todo objeto es idéntico a sí mismo”.
EL PRINCIPIO DE
CONTRADICCIÓN.
Este principio ha
sido llamado tradicional e incorrectamente “principio de contradicción”, cuando
lo que se enuncia es la imposibilidad de contradicción en el pensamiento.
Se trata del
principio fundamental de la Lógica clásica que descarta cualquier posibilidad
de contradicción en el pensamiento y en la realidad (esta implicación ha sido y
es uno de los obstáculos más fuertes que ha encontrado toda consideración
dialéctica de la realidad y el pensamiento).
La forma original de este segundo principio es también ontológica
y se formulaba de la siguiente manera: “El ser es y no puede a la vez no ser”. EL PRINCIPIO DE EXCLUSIÓN DEL TÉRMINO MEDIO.
Como un complemento necesario del principio de no contradicción,
se formula el principio de exclusión del término medio.
En su forma original, se refería también a una estructura de la
realidad y consistía en la afirmación de que no hay término medio entre el
“ser” y el “no-ser”.
EL PRINCIPIO DE RAZON SUFICIENTE.
Este es, de los cuatro principios lógicos,
el más discutido, pues no todos los lógicos clásicos lo acepten.
Su formulación fue muy posterior a la de
los otros, pues mientras los primeros tres se atribuyen a Parménides de Elea
–quien vivió en el siglo V antes de nuestra era-, el cuarto principio fue
formulado por Gottfried Wilhelm Leibniz aproximadamente en 1666, en plena Edad
Moderna.
El cuarto principio se enuncia:
“Nada es sin una razón suficiente”.
Christian Wolf en 1712 distinguió
entre tres modos de entender este principio:
a) Como “razón de ser”,
b) Como “razón de llegar a
ser”
c) Como “razón de conocer”.
Dentro de la Lógica tradicional, se ha
entendido este cuarto principio en el tercero de los significados que propuso
Wolf. Desde ese punto de vista, el principio puede ser formulado:
“Todo conocimiento tiene que estar
fundado”.
CONCLUSIÓN
Podemos concluir que la lógica es la
ciencia que se basa en las leyes, modalidades y formas del conocimiento
científico, es decir, propone estudiar los métodos y los principios adecuados
para poder identificar al razonamiento correcto frente al que no lo es.
La palabra lógica deriva del griego
antiguo y tiene como significado “Dotado de razón”.
Para nuestro mayor entendimiento lo
podemos caracterizar diciendo que el pensamiento es el reflejo del mundo
material en el cerebro del hombre y que estos pensamientos pueden o no ser
reales como los mitos, fantasías o supersticiones.
También aprendimos que uno de sus
factores es “el lenguaje” que nos permite comunicar a los demás nuestros
pensamientos y conocimientos.
Pudimos ver que la lógica está presente
en nuestra vida diaria ya que hacemos uso de ella constantemente y podemos
derivar otros factores que se derivan de esta ciencia como son la filosofía,
matemáticas, psicología, entre otras.